LAS LAGUNAS DE NUESTROS ESTATUTOS Y LA NECESIDAD DE SU ADAPTACION A LOS NUEVOS TIEMPOS.

         Mi participación en una candidatura en la presentes elecciones 2011, me llevó a la lectura del correspondiente apartado de nuestros Estatutos “elecciones y proceso electoral”, tan breve -7 artículos- que evidencia lagunas desde el mismo momento de convocatoria de elecciones para la Junta de Gobierno.
         No prevén nuestros Estatutos la creación de una Comisión Electoral, que desde el mismo momento de la convocatoria de las elecciones sea la encargada de velar por un procedimiento limpio, democrático, trasparente y de igualdad de trato; esta Comisión  se integraría, por ejemplo, por cinco miembros, elegidos por sorteo de entre los abogados con un determinado numero de años de ejercicio, y sería quien tomaría desde su nombramiento todas las decisiones en materia electoral. La Junta mientras tanto se limitaría a despachar los asuntos ordinarios hasta que tome posesión la  nuevamente elegida.
          Pero ¿qué ocurre ahora?, pues que nuestros Estatutos no contemplan el supuesto en el que nos encontramos, y es que toda la Junta de Gobierno actual, a excepción de dos miembros, se presenta a la reelección, ¿son ellos mismos quienes velan por la limpieza del proceso electoral en el que participan?
         En primer lugar surgen las contradicciones con la Ley Electoral, pero, sobre todo, surgen los problemas cuando, en estas circunstancias, se toman acuerdos como el que ha tomado nuestra Junta en fechas recientísimas sobre financiación de la campaña, y al que se refiere el post “cuando se ignora el fair play”, acuerdos no siempre exentos de sospecha y, sobre todo, con criterios no siempre compartidos por el resto de los candidatos.
         Resulta injustificable que habiéndose presentado a las elecciones 11 de los 13 miembros de la Junta de Gobierno, se sigan tomando acuerdos en materia electoral, e igual de grave es, si los acuerdos los toman solo las dos personas que no se presentan a la reelección; así a la ligera, en pleno periodo electoral.
         Esta es una cuestión que se ha planteado en este momento, pero nuestros Estatutos se han quedado anticuados en muchos aspectos y no se adaptan a las nuevas necesidades de nuestro colectivo. No es momento ni lugar para analizar cada uno de los puntos que habría que reformar, pero si es el momento de reivindicar en nuestro Colegio una verdadera apertura a los colegiados, para abordar este tema.
         Sírvanos de ejemplo el Colegio de Abogados de Madrid, donde, demostrando un autentico interés por el sentir de todos y cada uno de los colegiados, se ha puesto a su disposición un completísimo cuestionario para que  quien lo desee pueda enviar propuestas y sugerencias sobre los más variados asuntos, desde la incorporación al Colegio a deontología profesional, pasando por competencias de la Junta, trasparencia de los acuerdos y su ejecución, cuotas, formación y hasta LIMITES A LA REELECCION del Decano y otros miembros de la Junta.
         Este último punto, lejos de ser lo más importante, sí me ha parecido interesante, porque a veces estamos cansados de que sean siempre las mismas  personas o grupos los que  dirigen nuestra institución, y por otra parte, como decimos en la carta de presentación de nuestra candidatura, los mandatos prolongados dan lugar a actitudes tendentes a mantenerse, y hay que ser generoso para pasar el testigo a otros compañeros para que sigan construyendo.
Raquel González Suárez

1 comentario:

  1. Esta bastante claro que hay que revisar los Estatutos del Colegio, en especial en materia electoral, porque adolecen de graves defectos y lagunas. Y desde luego sería bueno que las reglas (p.e. en materia de difusión electoral) no cambiaran a caprico o conveniencia de una determinada Junta o candidatura.

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