Y no es que sea socrática, que puede que también, es que a la mayoría de los abogados que integramos el Colegio de Oviedo nos es plenamente aplicable la afirmación que ha hecho nuestro Decano en funciones en su entrevista a la Nueva España de 2 de junio, y es que padecemos un forzoso “desconocimiento de lo que ocurre dentro del Colegio de Abogados”, (no voy a comentar nada del resto de la entrevista para no ser reiterativa, solo un pequeño apunte respecto a la enjundia de algunas preguntas, como: "¿Pero…?", "¿Y…?", "¿Entonces…?", remito a la entrevista colgada en la página del Colegio).
A mí me gustaría conocer esos entresijos más a fondo, pero no se me ha dado ninguna facilidad para ello, más bien al contrario, así por ejemplo:
- me gustaría saber por qué los acuerdos de la Junta de Gobierno no se publican en la página del Colegio, así podría conocer la respuesta a otros interrogantes.
- me gustaría conocer las razones que llevaron al incremento de personal –que no digo que no sea necesario-, o los criterios para su selección y contratación, -que como los ignoro no puedo decir que sean o no objetivos-.
- me gustaría saber si algún miembro de la Junta cobra por algún servicio que presta al Colegio, y de ser así: cómo, cuándo y por qué se decidió esto.
- me gustaría saber qué obras se contratan en el Colegio, cuáles son las empresas adjudicatarias, cuáles son los presupuestos que se han pedido, con qué criterio se ha optado por una u otra empresa. Lo mismo respecto a otros servicios externos.
- me gustaría saber cuáles son las dietas que cobran los miembros de la Junta, tanto el importe como el concepto; por cierto no sabía que existían estas dietas hasta que leí la vaga referencia que a ellas se hace en el último párrafo de la Memoria del 2010 que me llegó ayer al correo.
- por lo que se refiere a las cuentas, no sobraría un poco más de detalle, en aras a la claridad y la trasparencia. No estaría de más distinguir, como hacen en otros Colegios, los gastos a los que se hace frente con nuestras cuotas ordinarias y otros ingresos propios, de los gastos derivados del turno de oficio, tales como salarios y seguros sociales del personal que se dedica a atenderlo, gastos de material de oficina, informática y toda la infraestructura necesaria para el funcionamiento del servicio. Así podríamos conocer si quedan cubiertos con la indemnización que se percibe por la gestión del turno, o por el contrario es deficitario.
En definitiva una serie interminable de dudas que serían fácilmente resueltas con una absoluta trasparencia.
Cuando, a causa de la falta de información, se me tacha de desconocedora o de ignorante en esta o en cualquier materia concerniente al funcionamiento del Colegio, solo puedo contestar al que sabe: ¡Ilústrame con datos, compañero!
Raquel González Suárez
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